
Lisboa, la luminosa capital portuguesa, se alza sobre siete colinas como un palimpsesto de civilizaciones, mitos y símbolos que invitan al viajero a emprender un recorrido más allá de lo visible. La mitología de Lisboa no es solo un conjunto de relatos antiguos: es una cartografía espiritual que transforma cada calle en un umbral, cada mirador en un altar, cada ruina en una enseñanza.
Desde las ninfas del Tajo hasta los héroes fundadores, las leyendas de Lisboa tejen un tapiz donde lo pagano y lo cristiano, lo épico y lo íntimo, se entrelazan. Para quien busca más que monumentos, la ciudad ofrece un viaje iniciático: un descenso a las profundidades del alma colectiva, donde el viajero se convierte en héroe de su propia travesía.
Este artículo propone un recorrido mítico por Lisboa, explorando sus arquetipos, símbolos y relatos fundacionales. Y para quienes deseen vivir estas historias en carne propia, existen opciones como el tour gratuito por Lisboa que recorre misterios y leyendas, perfecto para los que desean explorar más allá de la superficie.

Desarrollo Arquetípico: Orígenes y Personajes Míticos
Ulises y la Fundación de Lisboa
Una de las leyendas más sugerentes sobre el origen de Lisboa atribuye su fundación a Ulises, el astuto héroe de la Odisea. Después de enfrentarse a cíclopes, sirenas y tempestades, Ulises habría recalado en las costas del Tajo, fundando aquí una ciudad a la que llamó “Olissipo”. En algunas versiones locales, Ulises no solo encuentra reposo, sino también amor en una criatura misteriosa: una mujer de belleza hipnótica, mitad humana, mitad serpiente, guardiana de las colinas.
En clave simbólica, este relato representa el descenso del héroe al mundo interior, al inconsciente. Ulises, el arquetipo del ego que busca retornar a casa, se encuentra en Lisboa con la imagen de lo femenino primordial: la serpiente, símbolo ancestral de transformación, sabiduría y energía telúrica. Su unión con ella no es una conquista, sino una rendición: un acto de reconciliación con lo instintivo y lo olvidado. En términos junguianos, Lisboa aparece aquí como el cruce del ego con el ánima, el alma femenina que guía al héroe hacia la totalidad.
Este mito sitúa el origen de Lisboa según Ulises como un momento alquímico: allí donde el viajero racional es transformado por el misterio de la tierra y del amor. Las colinas de la ciudad, vistas así, no son simples elevaciones geográficas, sino niveles de conciencia.
San Vicente y los Cuervos Guardianes
En el siglo IV, San Vicente fue martirizado por no renunciar a su fe cristiana. Siglos después, cuando el rey Afonso Henriques trasladó sus reliquias a Lisboa, dos cuervos lo acompañaron y lo protegieron durante todo el trayecto. Esta leyenda dio origen al escudo de la ciudad, donde dos cuervos flanquean una barca con los restos del santo.
El cuervo, tradicionalmente asociado con la muerte y la transformación, también es símbolo de sabiduría y protección. En Lisboa, los cuervos no son portadores de mal agüero, sino guardianes del tránsito entre mundos. San Vicente, mártir y guía espiritual, representa el arquetipo del sacrificio y la fe, mientras que los cuervos nos recuerdan la necesidad de custodia y vigilancia espiritual en todo proceso de evolución interior.
Martim Moniz: El Sacrificio del Héroe
Durante la toma cristiana de Lisboa en el siglo XII, el caballero Martim Moniz se interpuso en una de las puertas del castillo para impedir que se cerrara. Su cuerpo quedó atrapado entre las hojas del portón, pero su acción permitió la entrada del ejército y la victoria sobre los musulmanes.
Este acto de sacrificio evoca al héroe solar que se entrega por el bien común. El mito de Martim Moniz es un recordatorio de que todo viaje hacia la luz exige pasar por la sombra, y que el verdadero heroísmo no está en la conquista externa, sino en la entrega de uno mismo. En la plaza que lleva su nombre, el viajero puede aún sentir el eco de esa gesta y reflexionar sobre los portales que ha abierto (o cerrado) en su propia vida.
El Lagarto de Penha de França
Una curiosa leyenda relata que un peregrino fue salvado de un ataque de lagarto por la Virgen María, que le advirtió en sueños del peligro. Otras versiones afirman que fue un lagarto gigante el que lo protegió de una serpiente mortal. En cualquier caso, la lucha entre estos dos reptiles evoca la tensión arquetípica entre fuerzas naturales opuestas: la protección instintiva y la amenaza escondida.
Las Tágides: Musas del Tajo
Las Tágides son ninfas del río Tajo que aparecen en la gran epopeya portuguesa, Os Lusíadas, de Luís de Camões. En la obra, estas figuras femeninas emergen de las aguas para inspirar al poeta y a los navegantes portugueses, ofreciendo una visión profética del destino de Portugal como imperio explorador.
Desde una lectura arquetípica, las Tágides son manifestaciones del ánima colectiva: voces interiores que guían, seducen y revelan. Su aparición marca el momento en que el héroe deja de escuchar solo al mundo exterior y empieza a atender la voz del alma. Para el viajero que contempla el Tajo desde el Mirador de Santa Catarina o desde la Torre de Belém, las Tágides no son un recuerdo literario, sino presencias que aún susurran entre la bruma del amanecer.
En muchas tradiciones, las aguas simbolizan el inconsciente, y las ninfas o espíritus acuáticos son mensajeras del misterio. En Lisboa, el río no es una simple frontera geográfica, sino un canal entre el mundo consciente y el inconsciente profundo.
Simbolismo Universal
Los mitos de Lisboa no son exclusivos de su tierra. Son manifestaciones locales de arquetipos universales que encontramos en culturas distantes.
El mito de Ulises fundando Lisboa puede compararse con el de Eneas fundando Roma, o con Quetzalcóatl renaciendo en Tula: héroes civilizadores que, tras el caos del viaje, siembran orden en un nuevo territorio. La presencia de mujeres serpiente, guardianas de portales y saberes, es común también en la mitología hindú (nagas) o en las leyendas griegas de Medusa y Lamia.
Así, los sitios míticos en Lisboa, como la colina del Castillo de San Jorge, la desembocadura del Tajo o el imponente Monumento a los Descubrimientos, que se alza como una proa simbólica hacia lo desconocido, no son solo atractivos turísticos, sino escenarios del alma. Son los paisajes donde el viajero puede confrontar sus miedos, dialogar con sus sombras y redescubrir su propósito.
Tours y Actividades Guiadas In Situ
Itineratio 1: Participa en el free tour de leyendas y mitos de Lisboa. Un paseo guiado por los rincones más misteriosos de la ciudad, ideal para descubrir fantasmas, símbolos ocultos y relatos antiguos. Punto de encuentro: Praça do Comércio.
Itinerario 2: Únete al tour gratuito por el barrio de Alfama. Un laberinto de callejones donde cada esquina parece contener un eco de otras épocas. Punto de encuentro: Casa dos Bicos.
Itinerario 3: Paseo por el Barrio de Belém, donde la piedra tallada encierra símbolos marinos y visiones de ultramar. Punto de encuentro: Jardin Alfonso de Albuquerque..
Itinerario 4: Visita al Museo Nacional de Arqueología, que conserva vestigios de la Lisboa precristiana y romana, útil para rastrear los orígenes mitológicos de la ciudad.
Lisboa se revela al viajero no solo como una ciudad para ser explorada, sino como una experiencia interior. Sus leyendas no están encerradas en libros: fluyen por sus calles, hablan en los campanarios y se esconden en la mirada de quienes han despertado a lo invisible. Después de este recorrido mítico, considera explorar otros free tours por Lisboa y deja que cada paso revele otra capa de esta ciudad arquetípica.